Durante algunas décadas, hacia mediados del siglo pasado, este almendro junto a las manos de su dueña, la señora Marcelina, hizo las delicias de los fradenses los días de San Antonio.
Recuerdo que en Frades había, al menos, otros dos más de su especie.
Lo primero felicitar a la gente que ha hecho este trabajo, me ha encantado ver aqui la casa de mi abuela. Un saludo para todo el equipo.
Carmen
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