El sábado pasado pude fotografiar el trabajo de nuestro paisano Pepe. Junto a su mujer, Queta, nos abrió las puertas de su casa para enseñarnos el trabajo que realiza en sus ratos de ocio.
Todo un conjunto de filigranas de madera, talladas a base de paciencia y buen gusto que nos dejó boquiabiertos y que hoy quiero compartir con vosotros.
¡Enhorabuena artista!
Os puedo asegurar que mi perplejidad no tiene límites cuando oigo: Fulano, al jubilarse, ha entrado en una tremenda depresión.
Pepe nos viene a demostrar que cuando pasas a disfrutar del descanso merecido, después de toda una vida de trabajo, no todo acaba para siempre.
Él nos cuenta como compagina su vida familiar y su tiempo de ocio: Gran aficionado a la lectura, paseando por esos campos en los que tantos calores y tantos días gélidos tuvo que soportar durante su vida laboral y cuando se siente inspirado, se encierra en su taller y es capaz de crear estas pequeñas obras que colman su satisfacción.
Un artista autodidacta, sin maestros ni centros de formación; todo lo debe a su intuición y a la observación de aquello que durante años tuvo entre sus manos para ganarse el sustento de su familia.
Enhorabuena amigo, y gracias por darnos una lección a los que como tú ya vamos de vuelta en esta vida.
Un abrazo y saludos para tod@s.
Me gustaMe gusta